Los números de 2013

Los duendes de las estadísticas de WordPress.com prepararon un informe sobre el año 2013 de este blog.

Aquí hay un extracto:

Un teleférico de San Francisco puede contener 60 personas. Este blog fue visto por 1.400 veces en 2013. Si el blog fue un teleférico, se necesitarían alrededor de 23 viajes para llevar tantas personas.

Haz click para ver el reporte completo.

La CCSS y sus pacientes

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10 a.m.

–          “Señor, ¿a qué hora me toca a mí la cirugía?”.

–          “Vea, si a las 5pm no la han atendido ¡mejor se va para la casa!”.

Toda la sala de espera estalló en risa con el comentario del auxiliar que labora en el Hospital México, quien definitivamente toma su trabajo tan en serio que lo realiza con una pizca de humor.

Y es que para trabajar en el servicio de salud estatal en Costa Rica se necesita de harta paciencia, amabilidad y sobre todo vocación.  Pero de esto siempre se ha hablado y se critica desde una óptica subjetiva e ignorante a un sector de por sí ya satanizado. ¿Por qué nunca se habla de la gente impaciente, irreverente e irrespetuosa que exige una atención preferencial en medio de un servicio social?

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Feliz Día del Blog!!

Vía Blog Day me enteré de que hoy es el día del Blog, algo q no sabía y que lleva años celebrándose jeje, qué pena!

El 31 de agosto es el día del blog pues si uno pone 3108 en determinada letra aparenta decir Blog. Fíjense en el logo de Blog Day 🙂

Resulta que -como varias cosas en la red- existe un protocolo de qué hacer este día, pues su función principal es que los bloggers conozcan los blogs de otra gente. Así pues, en la página que puse arriba se describe lo que hay que hacer y a continuación lo haré.

Felicidades a los bloggeros y a sus blogs… que el dios de la 2.0 los llene de visitas en sus respectivos blogs y que sigan postendo por mucho años más!!

1. Technorati

Aparentemente obligado poner este link 😛

2. Fusil de Chispas

Blog tico que nos informa -a veces con cierta polémica- del acontecer nacional e internacional. Buena fuente de información.

3. El show del Fercho

Otro Blog tico, nuevo en dominio pero ya conocido en el ámbito nacional pues su blogger era parte de otro gran blog hasta que decidió independizarse. Un blog con mucha poesía-no-canción, mucho talento, mucha diversión y mucho del Fercho!! Recomendado.

4. Conejitos Suicidas

Para seguir con los blogs ticos, Conejitos Suicidas es un blog informativo que nos brinda comentarios acertaos sobre noticias interesantes.

5. Dosis Diarias

Porque no existe mejor medicina que la risa y ésta brota de forma espontánea al visitar el Blog de Alberto Montt, aquí dejo esta recomendación para navegar por horas y horas por medio de cientos decaricaturas con un sentido del humor adulto, con doble sentido, ácido y hasta hereje en algunos momentos… qué más pedirle a la vida?!

Janc’z

Los hombres amamos en serio

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Hace poco leí dos frases que me hicieron pensar (vía Algunas Verdades):

1) «Los hombres nunca sabremos lo que es un verdadero orgasmo.»

2) «Las mujeres nunca sabrán lo que es amar en serio.»

La primera es cierta desde cualquiera de los dos puntos de vista desde los cuales la puedo interpretar pues siempre he pensado que los orgasmos femeninos son mil veces más intensos, desligados de una eyaculación fundada por la sociedad (ya sé que las mujeres también eyaculan, pero no es «obligatorio»), con miles de puntos sensibles para ello.

Asimismo podríamos interpretar la frase en función de esa cultura social mentira a medias que dicta lo inútiles que somos los hombres en los asuntos sexuales, a tal punto en que somos ingenuos y podríamos confundir cualquier grito fingido con una representación de lo buenos q somos en la cama (o no, en ese caso).

Pero fue la otra oración la que más me hizo reflexionar, pues es el género femenino el que lleva el estandarte del sentimentalismo. Son ellas las que son criticadas -y a veces hasta subestimadas- por «dejarse llevar» por el corazón, por llorar con o sin motivo, porque sus hormonas les nublan la razón.

Sin embargo, es posible que tal afirmación sea verdadera y seamos los hombres los que, cuando amamos en serio, lo hagamos de forma más intensa, más verdadera, más básica. Y es este último adjetivo el que me importa explicar.

Los hombres somos básicos. Las mujeres, salvo excepciones, no entienden esto. Cada persona tiene su forma de ser y las relaciones de pareja no son un contexto que se salve de esa particularidad. Está en la otra persona comprender y, si quiere, aceptar esa actitud.

¿Con qué razón se va a quejar la esposa de un cavernícola de que su marido le trajo medio Dientes de Sable crudo en lugar de flores? Es algo exagerado y fuera de época, pero metafóricamente se puede aplicar a la realidad actual.

Muchas veces uno como hombre trata de comprenderlas a ellas, de recordar su sabor de helado favorito, de no molestar cuando están ocupadas con trabajo, estudio, cansancio, fiesta, etc; o de decirle lo linda que le pareció a uno el día que no le dio tiempo de aplancharse el pelo. Algunos preferimos decir o hacer estas cosas porque nos nace del corazón.

¿Y qué sentido tiene si no? Conocer a alguien consiste en acoplarse, muchas veces cambiar un poco, pero teniendo en cuenta que no se debe uno transformar en alguien completamente diferente, falso. Si no, llegado el momento, el Mr. Hyde saldrá a flote y es muy posible que dé al traste con la relación.

Con esto no quiero decir que las mujeres no amen de verdad o que amen con menos amor, si se me permite la licencia de cuantificarlo. Pero ellas llevan mucho tiempo de sufrir, históricamente incluso, de ser tratadas a la ligera, de darse por completo a maes sin más misión en la vida que engañarlas. Esto ha pasado por siglos y dicen que «lo que se hereda no se hurta», por lo que actualmente ellas aprendieron a ser frías, cautas… a sobrevivir. ¡Viva Darwin!

¡Maldito aquel hombre que se valga del engaño y la mentira para alcanzar los calzones de una mujer! Algunos maes nos vemos perjudicados por esto… ¡¡y duele en puta!! Nada cuesta ser sincero acerca de lo que queremos y darle a ellas la oportunidad de elegir el sexo casual, la relación informal, el noviazgo o lo que sea que ofrezcamos.

Entonces ¿amamos en serio los hombres a diferencia de las mujeres? Mi respuesta (subjetiva) es sí. Porque ellas no entienden todo lo que un hombre hace por ellas y no se puede amar de una forma que no se comprende. Porque muchas veces somos tachados de labiosos, torpes o desinteresados; justo cuando tratábamos de decirles «Te amo» con un corazón hecho de vísceras de antílope.

Hay que tratar de meterse en nuestra cabeza, de ver la imagen macro, ojalá desde nuestro prisma. Una vez hecho esto podrán decidir si son estos restos de carne cruda lo que les mueve el piso, o si más bien es hora de buscar al que trae flores. Y no es que no podamos aprender a regalar flores, es que tienen que tener tacto para enseñarlo o pedirlo, pues así como amamos, así nos sentimos de mal al ser despreciados.

Janc’z

Un día cualquiera (Mi primera vez)

Cheshire

Cheshire

Despierto de un sueño profundo que no recuerdo y veo junto a mi cama, sentado en el suelo, un gato. Bueno, en realidad es un gato-hombre, más o menos como el gato de Alicia en el País de las Maravillas, pero no es él. El tele estaba prendido y transmitiendo las noticias matutinas. La radio se escuchaba lejana pero con volumen alto reproduciendo algo que se me antoja a Portishead. El gato me habla y me devuelve a la realidad.

– Buenos días -dice.

– Buenos días -le contesto un poco desorientado. Hay desayuno?

– No, me comí lo que había.

– Qué madre…

Me levanto y camino hacia la cocina, pasando justo al lado del gato. Me preparo un desayuno saludable alto en grasas de tocino, jamón, queso, huevo y todo entre 2 panes con mantequilla; más una taza de café bien fuerte. Mientras dejo todo preparándose a un fuego justo y ya medido, voy al baño y tomó una ducha rauda. Cinco minutos después estoy con sólo los pantalones de trabajar puestos, el torso y los pies desnudos, en el patio de mi casa comiendo delicias dignas de un rey, con el sol matutino dándome de frente y es en ese momento en que vaticino un buen día.

Vuelvo la mirada hacia mi izquierda y reparo en que la música que sonaba lejanamente sí era Portishead y que ahora no es lejana sino más bien fuerte, llena, pesada, enérgica… alguien una vez me dijo «esta es la mejor música para coger, es una experiencia multi-sensorial» y justamente en ese momento lo recordé y no sé por qué me embargó un sentimiento como de nostalgia que no tiene sentido pues no recuerdo haber cogido con esa música. Veo mis matas, esas que ornamentan mi casa, y pienso que debo regarlas así que me levanto, pongo el plato en el suelo (donde yo estaba sentado, bajo el marco de la puerta, donde puedo sentarme en la angosta acera y desde donde si estiro mis piernas puedo tocar el césped húmedo aún por el sereno de la noche anterior) y me dirijo a la cocina nuevamente, a conseguir un recipiente grande para el agua.

De vuelta en el patio, recipiente lleno de agua en mano, todas las matas recibieron sendas gotas de agua revitalizadora, de agua de vida o de vida en agua, de agua en polvo (sólo agregue agua y listo). Pensaba pues «estas matas probablemente ven este día como uno de esos felices, de esos en que cuando el sol te da y te alimentás como se debe es como si 220 voltios pasaran por tu cuerpo y estuvieras completamente listo para todo!».

– Así es – dijo una voz felina a mis espaldas. No puedo decir que no lo esperara, aunque todavía tengo la maña de imaginar que primero le veo la sonrisa flotando en el aire mientras se va paulatinamente des-invisibilando.

– Así es que? – le pregunto.

– Quiero decir que eso es exactamente lo que estas plantas piensan, justo las oí diciéndolo antes de llegar.

– Pues que bien, no sabía que podía adivinar los pensamientos del reino vegetal.

– No, no podés.

Nuevamente comienzo a caminar y me devuelvo sólo por mi plato de desayuno, ahora un poco frío, el cual termino de comer caminando por la sala. Una vez el último bocado y el último sorbo fueron ingeridos, procedí a terminar de alistarme. Quince minutos después voy saliendo de mi casa.

Al montarme al carro veo al gato-hombre en el asiento de acompañante y sin necesidad de preguntarle sé que me acompañará durante el día. Saco el carro y cierro la puerta del garaje y al caminar hacia el auto nuevamente,  veo un par de nubes grises, fúnebres. Pienso que es normal, pues estos días siempre llueve. También pienso en que aún no he comprado paraguas.

– No lo hagás, de todas maneras siempre lo perdés, es un desperdicio de dinero.

Miro al gato con ojos de «ya sabés q no me gusta q estés urgando en mis pensamientos», pero evito decirle nada. Para qué? Y repentinamente un sentimiento como de tristeza me embarga sin razón aparente, como si lo vivido justo minutos antes, toda la alegría, toda la esperanza, hubieran sucedido en un mundo muy lejano y diferente al mío. Siento ganas de llorar, pero sólo las ganas, no lloré ni tuve que contenerme para no hacerlo. Si hubiera podido lloraba, pero simplemente no podía, aunque las ganas, el sentimiento como de llorar se quedaron conmigo.

El día transcurrió sin altibajos, hablé con la gente que siempre hablo, hice lo que casi siempre hago durante todo el día, reporté mis avances a mis jefes, vi la hora cada 10 minutos esperando que dijera 17.00 y tomé tantas tazas de café como me lo permitió mi organismo. Lo mismo de siempre. Y durante todo este tiempo estuve triste, con ganas de llorar, con un gato-hombre al lado… entiendo el porqué del gato-hombre pero, a qué se debe la tristeza y las ganas de llorar?

Finalmente fueron las 5 de la tarde y recordé una canción muy mala que se llama Nine in the Afternoon, aunque no tiene relación alguna. Siempre que me pasan cosas pienso en canciones, en música en general, es como si el soundtrack de mi vida estuviera ya definido y yo fuera los parlantes q cantan/silban/cantan-o-silban-en-la-mente la canción correspondiente al momento. De hecho tengo la maña de responder a la frase de una persona con una canción que contenga dicha frase.Ya es hora de irme a casa.

Regreso y de camino pienso en que el día fue tan malo como todos, incluso peor. Y descubrí que ese fue el día más malo de mi vida: hice lo mismo de siempre, nada interesante, mientras el cielo brillaba para unos el mío fue gris oscuro, tuve ganas de llorar todo el día sin poder llorar realmente (aunque como detesto llorar no creo que ello hubiera mejorado la jornada ni un pelo) y me acompañó un gato-hombre que lee la mente y que no sirve para nada más que para vinear.

Llego a casa, bajo del auto y abro la puerta del garaje. Guardo mi carro y cierro la puerta del garaje. Veo al cielo y noto que las nubes se han ido y que hasta un par de estrellas asoman su brillo tímidamente. Al voltear hacia la puerta noto que el gato no está. De seguro anda por ahí en un universo paralelo cercano y cuando menos lo piense aparecerá con alguna frase ingeniosa que me toque el nervio, mientras yo lo sigo imaginando como una sonrisa flotante.

Cansado subo las escaleras, abro la puerta de entrada y camino hacia el cuarto. Pero a la mitad del camino (en lo que llamo el lobby) me detengo y cambio mi caminar hacia la cocina, donde guardo mis cervezas. Abro el refri y cojo una y la abro. Ahhhh ese celestial, armonioso y singular sonido se escuchó por todo el vecindario. Camino al patio, donde veo que las matas están verdes y felices, grandes y robustas. Tomo un trago de birra y pienso que en realidad lo que quiero es un whiskey, por lo que dejo la lata en el suelo y vuelvo a la cocina.

Abro un Ballantine’s que alguien que aprecio mucho me regaló. No sólo la aprecio por el regalo, sino por que sí. Sirvo un trago doble sobre mil quinientos cubos de hielo, camino al cuarto y cojo mis cigarros para luego salir al patio nuevamente. Fumo y tomo y de repente una lágrima sale así nada más de mi ojo derecho. Luego otra del ojo izquierdo. Luego otra y otra y otra más… eran como mil, aunque no llegué a contarlas todas. Ya no tenía ganas de llorar y sin embargo lloraba físicamente, como si lo que no lloré cuando quería lo hacía ahora que no quería. Fue extraño.

Una vez el agua salada ya no corría por mis mejillas y pude nuevamente tomar un pequeño trago de licor, miré al cielo y en medio de un aro de humo vi que estaba completamente lleno de estrellas, como cuando uno va a la playa y mira al cielo y éste está completamente lleno de estrellas, justo así. Era hermoso, tranquilizante… era justo lo que necesitaba. Un sentimiento de felicidad penetró mi ser y desplazó el resto de cosas raras que sentía y que había sentido durante el día. Pero el sentimiento no era completo, era algo similar al llanto sin llanto, era como felicidad vacía, como alegría incompleta, como…

DING – DONG…!!!

DING – DONG…!!!

Camino a la puerta de entrada, la abro y prendo la luz del corredor. En la calle, junto al portón de entrada y con un dedo aún en el timbre había una persona sonriente. Esta vez no traía whiskey bajo el brazo, pero ese instante bastó para que esos cascarones de sentimientos se llenaran con sentimientos de verdad. Por primera vez en el día fui completa y realmente feliz. Por primera vez en el día tuve ganas de llorar y un par de lágrimas de alegría brotaron de mis ojos. Por primera vez no pensé en qué me pasaba, por primera vez no reparé en trivialidades, por primera vez no hubo gato-hombre ni comentarios ingeniosos que me causaran enojo. Y pensé «que bueno, esta es mi primera vez!».

Janc’z

Recomendaciones saludables

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Me imagino que ud ha dicho o por lo menos ha escuchado decir: ¨¡Te quiero con todo mi corazón!¨. Pero, ¿ha pensado por qué? Con suerte se desilusione, pero el corazón no es la casita de los sentimientos y decimos así porque creemos que es el órgano más importante de nuestro cuerpo, ya que sin corazón no se puede vivir. Esto es correcto mas, ¿acaso se puede vivir sin el hígado o el páncreas? No lo creo… entonces, para la próxima sería más prudente aunque menos romántico decirle a su ser querido: ¡Te quiero con todo mi cuerpo!

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Prohibido faltar al respeto en U

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Hoy me llevé uno de esos colerones que simplemente dan ganas como de escribir sobre el hecho. Un señor, criticando a un medio de comunicación por una de sus portadas, escribió un mail que pensaba mandar a cientos de personas con tal de boicotear dicha institución periodística.

El asunto que me «cabrió» es la falta de clase, de estilo, de respeto con que este personaje redacta una carta al Diario, la cual envía a varia gente, que a su vez la reenvía a nuevos destinatarios. La carta se copia a continuación y luego de ella la respuesta de mi parte, la cual espero que él tenga la oportunidad de leer.

Ya bien lo decía mi papá: «Lo cortés no quita lo valiente».

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De luna y estrellas

Me hiciste un dibujo, de luna y estrellas. Lo hiciste con mi piel como lienzo, un peludo canvas que traté -sin éxito- de no borrar.

Un par de auras solares dirigían, con gran ilusión, esta obra de arte. Mi corazón recibió las punzadas como si estas fueran hechas sobre él mismo… daría lo que fuera por revivir ese momento.

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Godspeed Mr. Wright (1943–2008)

Richard Wright 2006

Richard Wright 2006


«And I am not frightened of dying, any time will do, I
don’t mind. Why should I be frightened of dying?
There’s no reason for it, you’ve gotta go sometime.»

«I never said I was frightened of dying.»

Así es, algún día nos toca a todos, por menos que lo esperemos, por menos que se quiera. Y esto no nos reconforta ni un poquito, mucho menos si se trata de alguien tan insigne como Mr. Richard Wright.

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Me jode…

Me jode… pues sí, me molesta realmente ese estremecimiento cuando se siente llegar con paso lento, inseguro y tambaleante; se podría pensar que se va a devolver (no me extrañaría) pero no, llega cerca, muy cerca.

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